Pao de Queijo

De un tiempo para aca, creo haber desarrollado una alergia hacia el queso.
El queso! Yo, que adoro el queso. Despues de vivir en Francia no se puede no apreciarlo.
Ahora, el yoghurt y el queso (y en cierta medida todos los productos lacteos de origen vacuno) desatan una rinitis aguda...me la paso estornudando y con ojos llorosos y nariz que pica...

Asi que, aunque mi adiccion era fuerte, decidi hace algunas semanas dejar el queso.
Al principio fue como si estuviera dejando de fumar (me imagino, pues nunca fume). Me daba tentacion y Dr. O, con su infinita paciencia, tenia que recordarme mi promesa de no comerlo mas.

En aquellos dias, todas las mananas me levantaba para iniciar el ritual diario de sonarme la nariz continuamente durante las primeras tres horas del dia...para despues decidir que ya habia sufrido demasiado e ir a buscar el antihistaminico...
En fin, para no aburrir con mis historias de una alergia comun, bien que espontanea y dolorosa pues yo amo el queso, he de contar que he sobrevivido sin comerlo bastante bien.
Y lo mejor de todo, la alergia ha desaparecido, he recuperado la soberania sobre mi nariz!

La unica ingestion de queso (tipo parmesano) que queda en mi vida es en la forma del famosisimo y delicioso Pao de Queijo.
Esta pequenia bolita de masa quesosa me trae vuelta loca...hecha con harina proveniente de la mandioca (un vegetal extranio que se una por aca y el la culinaria del Subcontinente Indio).
Esta harina no tiene gluten (asi que si por alguna desgracia me vuelvo alergica al gluten podre seguir comiendolos) y he descubierto la maxima porcion que puedo comer sin sufrir (debido al alto contenido quesoso). Son deliciosos, se sirven calientitos del horno, y son el perfecto (y grasoso) tentepie de media tarde.
Mi alergia no pudo con ellos.
Pero mis medidas corporales y mi personal trainer indican que tendre que erradicar tambien el consumo del Pao de Quiejo por el momento.
Long live the Cheese!