Friday, 12 October 2007

Homo economicus vs Fairness

Ultimamente he leído mucho sobre el juego del ultimátum (véase por ejemplo La memgambrea).
En el, hay una recompensa a ser dividida entre los dos participantes. El primero (propositor) elige la proporción en la cual sera dividida, y con cual parte se quiere el quedar. El respondente (el segundo jugador) tiene derecho a rechazar la oferta, en cuyo caso, ningún jugador recibe recompensa o a aceptar los términos.

La teoría económica nos dice que el hombre siempre trata de maximizar los beneficios, así que el propositor tratara de quedarse con la mayor parte y el respondente acepta lo que le den, pues de todos modos no tenia nada para comenzar. Sin embargo, los humanos no siempre actuamos como el homo economicus (como quizás usted ya se percato jugando con simuladores, o leyendo los comentarios en el post de la Memgambrea).

El ser humano pone un valor elevado en el concepto de justicia, por lo tanto, si el respondente considera que el propositor ha sido injusto en su división, el, para castigar la injusticia, rechazara la oferta, aun cuando esto termine por no beneficiarlo a el tampoco.

Esto es una característica importantisima: ha permitido que las civilizaciones no sean destruidas por los gandallas que se quieren aprovechar de su posición ventajosa, al castigarlos, y así mostrar que ese comportamiento no sera aceptado. Iimagínense si todos nos conformáramos con lo que sea que se nos ofreciera!

Ayer esta leyendo en The Economist un articulo sobre teoría evolutiva. En el, se estudian la similitudes de comportamiento entre el ser humano y sus "hermanos" evolutivos: los grandes simios. Resulta que ellos actúan mucho mas de acuerdo con homo economicus.

Después de todo, no es solo nuestro uso del lenguaje lo que nos separa de ellos. Las virtudes (que han sido definidas a lo largo de la existencia de las sociedades) forman parte esencial de lo que nos define.

Me pregunto si este sentido de la injusticia, es lo que nos lleva en ocasiones a esperar (por no decir exigir) ciertos comportamientos de nuestros seres queridos. Quizás es este sentimiento de no recompensar las actitudes egoístas que nos lleva a desilusionarnos de amistades que no reaccionaron de manera favorable ante nuestros detalles. Quizás es por esto que uno piensa que las relaciones humanas son dar y recibir. Algunas veces, con el énfasis en el recibir. En cuantificar de alguna manera si lo que estamos recibiendo a cambio de nuestro esfuerzo es justo, o si estamos siendo abusados.

Si fuéramos realmente homo economicus, al menos las relaciones amorosas serian mucho menos penosas. No tendríamos expectativas desproporcionadas, no esperaríamos nada a cambio, tomaríamos lo que se nos da, en cuestión de amor, apoyo y comprensión, y hasta estaríamos agradecidos!
En lugar de eso,el juego que todos jugamos, esta regido por lo que uno cree que hará feliz al otro, y el supuesto de que si la pareja esta feliz con nuestra oferta reaccionara de manera favorable, y así obtendremos lo que realmente buscábamos, que no es tanto hacer feliz al compañero, y si hacernos felices a nosotros mismos. Una especie de juego de ultimátum, donde sabemos que nuestro compañero sabe nuestra identidad y puede a largo plazo castigarnos por nuestras elecciones del pasado. Un juego, donde todos buscamos la situación win-win, no en el sentido de "pues como empece sin nada, cualquier cosa es ganancia" sino en el sentido de lo que es una justa retribución. Esto es increíblemente subjetivo. Lo que es la justa medida para algunos podría ser demasiado poco para otros. En esos casos no hay deal... y si ya lo hubiese, empiezan las fracturas, los rompimientos.

Desgraciadamente, no actuamos como homo economicus. La vida seria infinitamente menos complicada!

4 comments:

Anonymous said...

Pos's si, ya lo decia yo ayer en you-know-where, aunque con un lenguaje mas simple...y ni asi me entendieron.

Bueeee.....

I agree with you
Sis

Zereth said...

K, el sentido de la justicia, si bien otorga avances, al ser subjetivo también da pie a demandar mucho más de lo "razonable" y caer en la injusticia al querer ser quien juzgue y castigue.

Ahora, supongo que yo estoy en el lado de un homo economicus, sí aceptaría cualquier cantidad (que de inicio ni un centavo tenía contemplado y para mí significa una ganancia), y coincide en mis expectativas en cuanto a los demás, agradezco lo que dan, si no dan nada pues cae en lo común, estamos como al principio. Y pensaba mientras leía, si eso es conformismo, jaja para mí es optimizar, no me desgasto en lo que no existe, disfruto lo que tengo. Y tener puede ser entrecomillado, porque en sí, nada se tiene, pero eso es tema de otro post.

Pilar Nieto said...

jejeje pues mira. Creo que el homo economicus, tiene bastante desgaste energético, en cambio al que le proponen no le resta mas que decir sí o no.

concuerdo contigo en que el ser humano casi siempre da esperando recibir algo a cambio...lástima de idea tan pequeña...por eso tanto "sensibilito" jejeje

Saludos

Pily

Anonymous said...

Te juro que no había visto este artículo antes de escribir el mío... y sí, soy un tonto distraído. Ya agrego un link pa'ca.

Enfrascado en la macroeconomía, no se me había ocurrido explorar el modelo en lo que toca a las relaciones humanas. Creo que tus observaciones son muy atinadas, especialmente en lo que toca a que la motivación puede no ser tanto recibir en sí, sino que haya reciprocidad. Es raro el egoísta puro que busca maximizar su "utilidad" sin prestar atención a nada más. Una persona normal probablemente sólo se preocupa porque no le estén viendo la cara.

Predeciblemente, el modelo es aún menos plausible aquí.

Te recomiendo ampliamente este artículo, Monogamy as a Prisoners Dilemma, que explora la poligamia desde un punto de vista de simple costo/beneficio cuantificable.

Es una cosa interesante, no sólo por los resultados (la "figura 4" específicamente) sino por lo mucho que esto diverge de la naturaleza humana real observable. Según yo, al menos; el autor del artículo parece tenerle más fe a sus números :)